¡No te pierdas!


Antes de comenzar… queremos darte algunos conceptos para que no te pierdas a la hora de introducirte en los próximos temas a tratar.

Habilidad de tomar decisiones.

La toma de decisiones forma parte de nuestro día a día, el tomar una decisión puede marcar nuestro futuro en la empresa y el éxito o fracaso de una idea o proyecto.

En muchas ocasiones nos apresuramos a tomar algunas decisiones, nos dejamos presionar por el momento o circunstancia y evitamos la participación de otros influyentes, está entre otras situaciones de las cuales no medimos el impacto en nuestras vidas (negativo y positivo) y nuestro alrededor y por esta razón donde quiera que se nos presente la oportunidad de tomar una decisión debemos ser críticos con la misma y a la vez muy hábiles. Hay que tomar en cuenta que nuestras decisiones involucran una series de factores que debemos considerar, pueden ser factores humanos, financieros, entre otros que finalmente pueden ser fuente principal de un futuro más exitoso.

Estos 6 pasos nos ayudarán a desarrollar la habilidad de toma de decisiones:

1. Describir el problema o el objetivo al que queremos llegar.
2. Análisis del problema o la decisión a tomar. Tenemos que infórmanos lo mayor posible en enfoque a la decisión a tomar.
3. Generar alternativas. Tener un plan B o C si es posible.
4. Selección de la alternativa que finalmente llevaremos a cabo.
5. Pasar de la decisión a la acción.
6. Valorar las consecuencias y el éxito de la decisión adoptada. Responsabilizarse de las consecuencias de la decisión ya sea buenos o malos resultados.

Manejo de tiempo.

Los individuos y las organizaciones buscamos mejorar la forma en que utilizamos nuestro tiempo, especialmente porque es evidente que al no hacerlo apropiadamente la calidad de vida disminuye, la Administración del Tiempo la que permite la eficacia de las actividades en cada hora del día (no el número de horas trabajadas) y determinan nuestros logros y el de nuestro equipo de trabajo, el manejo de tiempo permite estructurar el día. El sabio uso del tiempo ayuda a lograr metas por medio de la planificación, organización, liderazgo y conducción de las actividades.

¿Cuáles son los pasos básicos para una exitosa administración del tiempo?
-Planificar.
 -Establecer prioridades.
-Agendar.

La administración del tiempo tiene fundamento en las metas y productividad, una vez que las identifica sabe exactamente qué genera valor a su trabajo, después debe dar un mayor valor a las actividades que impactan directamente a su productividad. Haga compromisos con usted mismo (en la agenda claro) para hacerlas y no postergar.

Adaptabilidad.

Para ser exitoso en estos días se requieren muchas habilidades pero una de las más importantes es la adaptabilidad, esta no es una opción es una obligación, y en el mundo laboral tal como el animal, no hay tiempo para detenerse, si no te adaptas mueres.
Lo mejor de la adaptabilidad es que no solo te ayudará en el campo laboral, prácticamente en cualquier área de tu vida la puedes aplicar de forma ganadora. Por ejemplo:

Si tú quieres conquistar a una chica, no puedes quedarte de forma estática, con tus creencias y tu forma típica de comportarte, tienes que adaptarte. Ser un camaleón social, moldearse de acuerdo a la situación y a la persona que tengas en frente.

Supongamos que sales en una cita y ella te dice “a mí me gusta fumar marihuana”, pero a ti siempre te han enseñado que es malo, así normalmente en ese escenario sacas tus prejuicios a flote y terminas mal las conversaciones, pero en esta ocasión te adaptas, la dejas hablar de lo bien que se siente cuando lo hace, de cómo se desconecta del mundo, de lo bien que su creatividad fluye en esos momentos. ¿Sabes que pasará?, generarás una conexión emocional mucho más intensa que si simplemente lo hubieras satanizado o descartado de primeras.

La adaptación es la clave en la vida.

Empatía.

La empatía puede definirse como la capacidad para poder sentir o comprender los sentimientos de la otra persona con la que nos comunicamos. Esta habilidad social es imprescindible para que no existan malentendidos, para interpretar el lenguaje corporal y para que su mensaje nos llegue con claridad. Se da en todas las personas en mayor o menor grado. No se trata de algo especial que tenemos unos pocos al nacer, sino de algo que podemos ir desarrollando con el paso de los años.
La capacidad para la empatía empieza a desarrollarse en la infancia. Los padres son los que cubren las necesidades afectivas de los hijos y los que les enseñan, no solo a expresar los propios sentimientos, sino también, a descubrir y comprender los de los demás.

10 consejos para escuchar de forma empática:

No distraerse.
No juzgar al otro.
No infravalorar.
No contra argumentar.
No hay que darle la razón en todo.
No hay que interrumpir.
No dar soluciones prematuras.
No contar nuestra historia.
Evitar el síndrome del experto.
Desconectarse de nuestra problemática: Ser empático significa centrar nuestra atención en el otro, dejarnos llevar por sus palabras y sentimientos, apagando nuestra habla interna, y enfocando nuestros sentidos en el que tenemos enfrente.

Tolerancia al estrés.

La tolerancia al estrés nos ayuda para seguir actuando con eficacia en situaciones de presión, desacuerdo, oposición y diversidad.

Es la capacidad para responder y trabajar con un alto desempeño en situaciones de mucha tensión. Las personas tolerantes al estrés poseen:

Equilibrio emocional.

Se centra en cinco puntos:
Gran capacidad de trabajo.
Sentido del orden y planificación.
Seguridad en sus decisiones.
Manejo de sus sentimientos impulsivos y sus emociones conflictivas.
Pensamientos positivos y permanecen concentrados a pesar de las presiones.
Algunos individuos con esta capacidad comienzan a controlar el estrés desde el momento en que se inicia la situación conflictiva y no tardan en encontrar la forma de mejorar aquello que no funciona.

La tolerancia al estrés es importante porque es una cualidad que nos puede ayudar a mejorar nuestra calidad de vida.
Si una persona tiene una baja tolerancia al estrés no va a poder vivir bien. Al estar en constante estrés puede tener daños físicos y psicológicos disminuyendo su efectividad en el trabajo o en cualquier objetivo que se proponga. Además puede caer en la automedicación y el abuso del alcohol o drogas.

Trabajo en equipo.

El trabajo en equipo se define como la unión de 2 o más personas, organizadas, las cuales cooperan para un fin común que puede ser la ejecución de un proyecto o al trabajo día a día en alguna empresa.

Tiene una importancia muy grande el hecho de desarrollar esta habilidad en una empresa, puesto que las empresas valoran cada vez más, además de la formación de los candidatos o que sean unos expertos técnicamente, otros aspectos competitivos y ofrecer un servicio que tenga un valor añadido.

Trabajar en equipo consiste en muchos puntos, entre ellos tenemos:

Tener información confiada de la compañía y guardarla (no comentar).
No ser chismoso ni metiche.
Apoyar a los demás en las actividades asignadas e incluso si no has sido asignado y puedes contribuir.
No ser problemático.
Tener prudencia hacía con los demás compañeros.
Ser tolerante.
Aportar ideas pensadas.

Comunicación

La comunicación, se entiende muy bien que el responsable del mensaje eres tú mismo, no es que el otro te entienda, así es que hay que tener muy buena comunicación verbal y escrita. Una habilidad muy importante, muy necesaria para llevar a cabo buenas relaciones con clientes, compañeros y más que nada es el factor determinante en el éxito en una empresa

Manejo del enojo

El manejo del enojo no solo nos ayudará a tener un rasgo de liderazgo en el área laboral, sino que es un rasgo de liderazgo en todo contexto.

Salvo que muchas personas son muy prepotentes o de un temperamento muy alto, estas personas tienden a no durar mucho o encajar en lugares donde se debe interactuar y/o trabajar con otras personas.

Esta habilidad de inteligencia emocional consiste en reconocer y administrar las emociones negativas en general. Es decir, entre más te des cuenta cada cuánto te enojas y lo asimilas, lo vas a saber administrar mejor.

Responsabilidad

La responsabilidad… sin duda muchos hemos llegado a ser irresponsables en alguna etapa de nuestras vidas, pero, ¿por qué seremos irresponsables?

Muchas veces cuando no hacemos alguna actividad que ya teníamos asignada; ejemplo: “Tienes que enviarle un correo al cliente para avisarle que el día 1ro. De diciembre no laboramos”. Por alguna razón ya no enviaste ese correo y al día siguiente que llegan y te preguntan qué qué pasó con ese correo, tu respuesta es un “es que no me dió tiempo, es que no había internet, es que, es que y es que…“

Alguien que es sumamente responsable acepta que no lo hizo y asume; ejemplo: “ No lo envié, se me olvidó hacerlo, ya no me dió tiempo de hacerlo pero lo envío ahora mismo”. Ante el incumplimiento, actúa de modo en que acepta y da soluciones para dichas actividades no realizadas a tiempo.

Habilidades de relacionamiento.

Tener facilidad de adaptación y/o de relacionamiento es muy fundamental para un candidato a una empresa, ya que el hecho de poder desenvolverte con personas ayuda a aumentar cartera de clientes, aumentar contactos, proveedores, etc.

Asertividad.

La asertividad se trata de entender, analizar, observar y percibir una situación en desarrollo, ya sea un conflicto, acontecimiento llamativo o una simple conversación, sin emitir un juicio de valor.

Servicio al cliente y atención.

Este punto no necesariamente se relaciona con la gestión empresarial, aquí se habla más de un ámbito personal, es decir, en este punto, nuestros clientes se refiere a mamá, papá, abuelos, compañeros de clase o trabajo, el policía, la mesera, la persona que te acabas de topar en la esquina. Ellos son tus clientes y tal cual, tienes que asegurarte de dejarles una buena experiencia en referencia a ti. ¿Te has puesto a pensar cómo se le trata a un cliente? Con amabilidad, atención, una sonrisa al menos hay de por medio.

Creación de confianza.

No hay persona que quiera seguir a un líder al que le falte valor y confianza en sí mismo.

Consciencia al entorno - medio ambiente.

Una persona que es altamente inteligente respecto al ámbito emocional, jamás realizará una acción que afecte negativamente tanto a los que le rodean como al medio ambiente. Para alcanzar el objetivo, no pasará sobre otra persona o personas. Es consciente de sus acciones y del impacto que pueden llegar a generar, ya sea positivo y negativo.


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